Y la Luna fue Testigo...
Durante años Lina se ha esforzado hasta lo imposible en evadir los grandes secretos que albergaba su familia. Sin embargo, ella no es la única que se empeña en esconder cosas; Santiago, su taciturno enamorado,
se encuentra rodeado por un mar de incógnitas, y descifrando los misterios de su amante Lina reescribirá su propia historia, descubriendo verdades que hubiera preferido jamás conocer, con la luna como único testigo.
se encuentra rodeado por un mar de incógnitas, y descifrando los misterios de su amante Lina reescribirá su propia historia, descubriendo verdades que hubiera preferido jamás conocer, con la luna como único testigo.
Cita:
“Me observó por un segundo o dos con los ojos entrecerrados, como midiendo mi respuesta, y al final se echó a reír tan fuerte y tan alegre que me dejó hipnotizada. Así iban a ser nuestras tardes a partir de ese momento, sé que ese mismísimo día cultivé una dependencia por sus ojos que al final resultó enfermiza. Pero ¿qué podía saber de todo eso? Si lo hubiera previsto, lo habría permitido de todas maneras. Los problemas que vinieron después definitivamente valieron la pena con tal de vivir esa pasión desenfrenada con Santiago.”
¡Nos vemos!
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